Momo
Bueno, si tengo que ser sincera ayer cometí una irresponsabilidad, pero también viví una experiencia muy mística (en realidad no sé cómo lla...
https://kumakumabydesiree.blogspot.com/2011/11/momo.html
Bueno, si tengo que ser sincera ayer cometí una irresponsabilidad, pero también viví una experiencia muy mística (en realidad no sé cómo llamarlo).
La noche del lunes estaba muy emocionada porque hice a Mamegoma, mi primer peluche propiamente dicho. Estaba tan motivada que me acosté pensando en el próximo que haría y puse el despertador a las 7 am para poder aprovechar la mañana (ya que yo estudio en horario de tarde, a partir de las 15.00h).
Me levanté a esa hora.
Entonces empecé a dibujar los patrones en la tela, a recortarla, a montar las piezas y a coserlas una a una a mano. Recordaba cómo mi madre, cuando yo era pequeña, me decía siempre que yo no tenía ninguna maña para estas cosas de costura y demás (y tenía razón), porque no tenía ninguna paciencia.
De fondo sonaba Beethoven, Respighi, Stravinski, Shostakóvich y ese tipo de música que tanto me inspira y me hace soñar.
Cuando quise darme cuenta eran las 13.30. No me había preparado para ir a clase, ni me había vestido y ni siquiera había comido. En ese momento mi cerebro me decía que tenía que ir a clase, porque es mi obligación, pero mi creatividad y mi pasión me decían que no hiciera nada que no fuera terminar ese peluche. Y eso hice.
Terminé a las 18.30.
Todo un día experimentando, cosiendo, con dolor en los dedos de tirar de los hilos, llena de pelusa de la tela. No sé cómo definir la satisfacción que sentí al verlo terminado, pero me imagino que se podría comparar a la de cualquier artista cuando finaliza un cuadro.
Cuando terminé y recogí todo pensé: qué he hecho?? No he cumplido con mis obligaciones por hacer un peluche. Pues así es.
Imprimí los apuntes que tenía que leer, leí, subrayé y me preocupé por mis responsabilidades, y me sentí como si hubiera despertado de un sueño, como si no hubiese sido yo en todas esas horas, y creo que fui más yo que nunca, dejé de lado las obligaciones impuestas e hice lo que realmente deseaba y sentía que debía hacer.
Os presento a Momo (y os prometo que aunque tenga tanto pelo, tiene patitas, colita y unas orejas enormes!)
La noche del lunes estaba muy emocionada porque hice a Mamegoma, mi primer peluche propiamente dicho. Estaba tan motivada que me acosté pensando en el próximo que haría y puse el despertador a las 7 am para poder aprovechar la mañana (ya que yo estudio en horario de tarde, a partir de las 15.00h).
Me levanté a esa hora.
Entonces empecé a dibujar los patrones en la tela, a recortarla, a montar las piezas y a coserlas una a una a mano. Recordaba cómo mi madre, cuando yo era pequeña, me decía siempre que yo no tenía ninguna maña para estas cosas de costura y demás (y tenía razón), porque no tenía ninguna paciencia.
De fondo sonaba Beethoven, Respighi, Stravinski, Shostakóvich y ese tipo de música que tanto me inspira y me hace soñar.
Cuando quise darme cuenta eran las 13.30. No me había preparado para ir a clase, ni me había vestido y ni siquiera había comido. En ese momento mi cerebro me decía que tenía que ir a clase, porque es mi obligación, pero mi creatividad y mi pasión me decían que no hiciera nada que no fuera terminar ese peluche. Y eso hice.
Terminé a las 18.30.
Todo un día experimentando, cosiendo, con dolor en los dedos de tirar de los hilos, llena de pelusa de la tela. No sé cómo definir la satisfacción que sentí al verlo terminado, pero me imagino que se podría comparar a la de cualquier artista cuando finaliza un cuadro.
Cuando terminé y recogí todo pensé: qué he hecho?? No he cumplido con mis obligaciones por hacer un peluche. Pues así es.
Imprimí los apuntes que tenía que leer, leí, subrayé y me preocupé por mis responsabilidades, y me sentí como si hubiera despertado de un sueño, como si no hubiese sido yo en todas esas horas, y creo que fui más yo que nunca, dejé de lado las obligaciones impuestas e hice lo que realmente deseaba y sentía que debía hacer.
Os presento a Momo (y os prometo que aunque tenga tanto pelo, tiene patitas, colita y unas orejas enormes!)
Me encanta tu peluche!, a mi me pasa eso también aveces cuando tengo ganas de trastear con fimo, nata y muchas cosas, lo que yo suelo coger siempre las madrugadas... al menos eres responsable y retomas todo lo que has dejado de hacer >_< yo soy un trasto y luego tengo todo atrasado^^
ResponderEliminarSigue haciendo cosas tan bonitas :3
jiji :) gracias por tu comentario!! :*
ResponderEliminarHola guapa te he conocido por el enlace q dejaste en el foro de amigurumis, y tengo q decirte que he quedado enamorada de momo!!
ResponderEliminares increíble!! alucinante!! y se ve tan suave...
Sigue creando
ah.. que te sigo jeje
Hola Diana!! Muchas gracias por tus palabras :D :D :D yo también sigo tu blog! un besote!!!
ResponderEliminar